1- El Rey / Moderato
2- Así es mi amor / Saúl Hernández
3- El fugitivo / Elefante
4- Que te vaya bonito / Aterciopelados
5- Ella / Cartel de Santa
6- Tu recuerdo y yo / Panteón Rococó
7- Si nos dejan / Bacilos
8- Serenata sin luna / Julieta Venegas
9- Vino y mujeres / El Tri
10- El jinete / Bunbury
11- La media vuelta / Rabanes
12- Por mi orgullo / El Hombre Gancho
13- Amanecí en tus brazo / Moenia
14- Las ciudades / Joaquín Sabina
15- Caminos de Guanajuato / Pepe Garza - El Chavo - El Ferruco
16- Deja que salga la luna / Jumbo
17- Un mundo raro / Ana Belén
18- Te solté la rienda / Maná
19- Vámonos / Pasión Vega
20- El Rey / Miguel Mateos
José Alfredo Jiménez, probablemente el cantante, músico y compositor mexicano más célebre en el mundo, dejó un nutrido legado antes de morir en 1973. El Rey, como también se le conoce dentro de la música latina, escribió grandísimas canciones que con el tiempo se han convertido en grandes clásicos, en melodías imperecederas.
Dentro de los actos conmemorativos del 30 aniversario de la desaparición de Jiménez, su familia y la multinacional BMG han aunado sus fuerzas para realizar un álbum homenaje a su herencia musical. Para ello han contado con la colaboración de la flor y nata de la música latinoamericana y española.XXX Un mundo raro, título del álbum, no se puede definir sólo como un álbum de pop o rock, porque es una mezcla de varios géneros como el ska, hip hop, baladas o música electrónica. En él se incluyen algunas de las canciones más famosas del cantante mexicano, así como tres poemas que dejó inéditos al fallecer y que han sido musicalizados por el líder de Jaguares, Saúl Hernández (Así es mi amor), El Tri (Vino y mujeres) y Elefante (El fugitivo). Ellos se han encargado de imprimirles un sonido actual, acorde con la letra.
XXX Un mundo raro, que se edita en México el próximo 1 de julio, es una producción que pretende dar a conocer la música de Jiménez a los más jóvenes, y que admiren, siempre a través de las interpretaciones de sus ídolos, el potencial de un gran compositor que se fue para siempre, en la flor de su carrera.
Las ciudades
te vi llegar
y sentí la presencia de un ser desconocido;
te vi llegar
y sentí lo que nunca jamás había sentido.
Te quise amar
y tu amor no era fuego no era lumbre;
las distancias apartan las ciudades,
las ciudades destruyen las costumbres.
Te dije adiós
y pediste que nunca, que nunca te olvidara;
te dije adiós
y sentí de tu amor otra vez la fuerza extraña.
Y mi alma completa se me cubrió de hielo
y mi cuerpo entero se llenó de frío
y estuve a punto, de cambiar tu mundo,
de cambiar tu mundo por el mundo mío
...
@Tras las huellas de Sabina
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