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(2001) Ciento volando de catorce





Joaquín Sabina presentó este libro de sonetos llamado “Ciento volando de catorce” en la fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, donde se clausuró la XV Feria Internacional del Libro de La Habana.

“Nunca soñé con cantar…siempre soñé con escribir”, dijo Sabina.

Sabina acudió a presentar la edición cubana de su obra (Arte y Literatura), para la cual, tanto la editorial española Visor como el autor, donaron sus derechos.

“En este caso no he cedido los derechos, he cedido los izquierdos” dijo Sabina. También elogió a Cuba: “de una isla que los periódicos del mundo hablan poco y mal, deberían saber que la gente aquí hace avalancha por comprar sonetos en un día de ventiscas”.

También indicó que tiene previsto continuar escribiendo y anunció un libro de cartas en verso y otro un volumen con sus memorias.

Dos jóvenes presentes en el evento le dedicaron sonetos, que consiguió la siguiente respuesta por Sabina: “La Habana es el único lugar donde hay un par de tipos que se levantan y leen dos sonetos mejores que los míos, ¡me caéis mal!”.

El mundo de Joaquín es real y matizado porque surge de la melancolía para desembocar en los impulsos irónicos. El vitalismo de sus consignas procura darle la vuelta a los relojes y a las palabras…”. Así nos habla Luis García Montero en el prólogo de este libro de sonetos, en el que Joaquin Sabina transmite todas sus emociones a lo largo de cuarenta años

Sabina, ya en sus canciones muestra una clara tendencia a la poesía. Con "ciento volando" ha confirmado su capacidad para escribir poemas.

Este libro consta de una breve introducción de la vida de Sabina a la que le siguen siete apartados de poesías que hacen un total de cien sonetos, a cual mejor.

Podemos encontrarnos con su infancia en sotanas y coturnos, hasta ahora en doble o nada. El libro esta estructurado en siete partes, Introito, Señales de Vida, Seis Dedos en la Llaga de Tomás y Un Brindis a la Sombra de Antoñete, Pies de Foto, Benditos Malditos. Malditos Benditos, Quién lo Probó, Lo Sabe y And Last But Least.

Como referente de este libro, es muy especial el comentario que hizo Joaquín Sabina, a continuación del prólogo principal de Luis García Montero... y  que decía lo siguiente:

Para la Jime

...De ninguna manera hubiera sido capaz de acabar el más obvio de estos endecasílabos y , mucho menos, de corregirlos y agruparlos, sin la generosa ayuda de: María Ignacia Magariños, Jimena Coronado, María Elena Elizalde, Lena Demartini, Pepa la grande.
Reprocháronme errores, corrigiéronme rimas, mejoraronme versos: Alvaro Salvador, Benjamín Prado, Javier Krake, Alfons Cervera.
El maestro Luis García Montero robó tiempo de su cristalina musa para quitar las manchas de la mía, ocupándose también de la edición. De rodillas me tiene.
Juan Vida, en fin, cuidó de la portada.
Gracias a todos y no se venguen tantos olvidados.
Joaquín Sabina
Tirso de Molina, 23 de julio de 2001


y para terminar este apartado (aunque teneis muchos de los sonetos de este libro vinculados en sus títulos al principio), a continuación os publico dos de ellos que Joaquín Sabina se los dedicó a sus dos hijas... Carmela y Rocio... ahí van..,  como ejemplo de la sensibilidad de un padre poeta:

Ay Carmela


A ti que te enfurruñas con mis bromas,
hija de anciano bardo inevitable,
candidata a heredar mis cromosomas,
polizón de un por fin ingobernable.

A ti que me arruinas con percebes,
a ti que me adivinas de memoria,
a ti que trinas cuando no te atreves
a explorar las letrinas de mi historia.

A ti, prima inter pares, Carmelona,
compinche de mis trucos malabares,
chinche, precoz, naranja guasinglona,

Dame un beso filial en la rebaba,
por cantar el cantar de los cantares
y ponerlo a tus pies, reina de Saba.

@Joaquín Sabina


Ay, Rocio
Rocío de mi barba cenicienta,
dulcinea del oso y el madroño,
corchea que me canta las cuarenta,
sultana de maguey, jersey de otoño.

Abono de las plantas de mis labios,
lámpara milagrosa de Aladino,
bella durmiente que desgrava agravios,
detergente que lava mi destino.

No vuelvas a rodar por la escalera,
cuando no haya un portero, a ras del suelo,
que medie entre tu alma y los chichones.

Convídame a fundar la primavera,
no me cierres las puertas de tu cielo
lleno de caramelos y bombones.

@Joaquín Sabina





...


@Tras las huellas de Sabina






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