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(2003) Versos encendidos


Nunca que no, nunca (Pablo Neruda - Imanol y Joaquín Sabina)



Versos encendidos incluye 15 temas que según su propio Imanol, son fruto de un trayecto de itinerancia geográfica y de reflexión íntima, lejos de la tierra que le vio nacer.

El cantautor Imanol regresa, tras la publicación de la obra Ausencia a finales del 2000, con un nuevo trabajo llamado Versos encendidos, en el que presenta 15 temas en formato libro-disco, con portada del pintor Nahiko Azurmendi.

Esta obra, según dijo, es fruto de un trayecto de itinerancia geográfica y de reflexión íntima, lejos de la tierra que me vio nacer. Los versos de Bécquer, Alfonsina Storni, Pablo Neruda, Jacques Brel, Lizardi, Xabier Lete o Violeta Parra, han sido musicados y cantados por el cantautor vasco en este trabajo, que se pondrá a la venta a partir del 24 de Febrero.

En la introducción de este nuevo disco, Imanol recuerda que, a finales del 2000 y, coincidiendo con la publicación de Ausencia y de una serie de vivencias personales no muy agradables, en sus palabras: Dirigí mis pasos hacia Tombuctú, o viajé a ninguna parte, unas veces, y otras, hacia puertos más seguros y evidentes.

A golpe de verso y acorde sigo adelante con Kavafis, fui a otras tierras y a otros mares, y busqué una ciudad mejor que la mía natal, dijo, para añadir que resultó que no habían tales tierras ni mares, y apechugué de nuevo con mi Donosti interior sin escapatoria posible.

El nuevo trabajo, bajo la producción artística de su gran colaborador, el músico Txema Garcés, cuenta con la colaboración de Mikel Andueza (Saxo alto, tenor, y soprano), Juantxo Zeberio (piano acústico), Mikel Azpiroz (piano eléctrico Rhodes y hammond), Xabi López (guitarras), Michel Longarón (baterías y percusiones), Joxan Goikoetxea (acordeón), Joaquín Sabina, Montse Zabalza, Sonia Yaben y Nagore Becerra (voces), Et incarnatus (orquesta de cuerda), dirigida Miguel Zeberio y el propio Txema Garcés (bajo eléctrico y teclados).

El poema con el que Joaquín Sabina se unión con Imanol con el consentimiento de las musas de Neruda fue



” Nunca que no, nunca”. …


Que no maten los malos
a los buenos,
ni tampoco los buenos
a los malos.

Soy un poeta sin ningún
precepto, pero digo
sin lástima y sin pena :
no hay asesino bueno
en mi concepto.
Sólo el que mata
es la categoría que
dejo fuera de mi
sentimiento.

No llevemos al pueblo
a la agonía,
condenado a la sangre
y al lamento.
Y contra eso está mi poesía,
que va por todas partes,
como el viento.

(Pablo Neruda – Imanol y Sabina)










@Tras las huellas de Sabina

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