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Princesa


(Cántese con la música de ídem)

Entre los Borbones
y los nubarrones
andas siempre Letizia,
con tu rojo Caprile,
decorando el desfile,
retrasando primizias.

¿Cómo no imaginarte,
cómo no recordarte
con Urdaci en la tele?
antes del terremoto
zarzuelero y el voto,
maldita sea la foto
de los trenes que duelen.

La corona es un ayuno de fresa,
siglo veintiuno, de madonna a princesa.

Para la peña infiel
te llevas al doncel
de más alto plumero,
a cambio de aguantar
al patio preguntar
¿pa cuando un heredero?

Los ruidos y las furias,
princesita de Asturias,
las otras y los unos,
van en el mismo pack,
de Ibarretxe y de Irak
¿Rojas Zorrilla? un crack:
del Prince abajo ninguno.

La corona es un ayuno frambuesa,
siglo veintiuno, cuatachona y princesa.

Plebeya y divorciada,
jugaste la jugada
rayándote los codos,
abogada del taxi
minifalda de Maxi
purrusalda de todos.

La historia no está escrita,
la flor de lis, marchita,
necesita un injerto
de Ortiz Rocasolano,
paisana del paisano,
prima del primo hermano
del país de los tuertos.

La corona es un ayuno que pesa,
siglo veintiuno, de reinona a princesa.

Joaquín Sabina. Villa y corte, febrero de 2005
Publicado en Interviú

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@Tras las huellas de Sabina


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