me salpican los versos de entre las venas
cuando son de esperanza para la tierra.
Pero otras veces, llevo dentro del verso
penas de muerte, penas de muerte.
Yo no he venido a alcanzar
la luna, el mar, la montaña,
sino a encontrarme
en la luz, en la piedra y en las aguas.
Desnudo vine al amor,
desnudo he de irme por fuerza
para, cuando llegue el fin,
saberme en paz con la tierra.*
Y to' el que diga que mi gente
tiene la sangre dormía,
no ha escucha'o una guitarra
tocando por bulerías.
* En La piel de Sara sustituye las dos primeras estrofas por la siguiente:
Tormenta de verano dicen que eres
mis amigos, mis miedos y mis mujeres.
Y yo les digo
que el invierno que viene yo estaré contigo.
En Pensión Triana,
además de la estrofa anterior de La piel de Sara,
introduce otras dos al inicio de la canción:
Si tus ojitos fueran
aceitunitas verdes,
toda la noche estaría
muele que muele.
Me senté
en un claro del tiempo
y era un remanso de silencio,
de un blanco silencio,
anillo formidable donde los luceros
chocaban con los doce mágicos números negros.
(Joaquín Sabina - José Herreros - Gerardo Núñez - Javier Ruibal)
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