A punto de alzar la copa
por la vieja nueva Europa,
el franchute diz que no.
Al borde del chauvinismo
que linda con el abismo
no mola el tú, sino el yo.
Tulipanes holandeses
imitan haciendo eses
al gabacho cromañón.
Chirac, Schröder, Borrelles,
inmigrantes sin papeles,
viva la revolución.
Nadie se queja por vicio,
falta la muela del juicio
del corazón y del cráneo.
El turco y el filisteo
manque jure en arameo
nació en el Mediterráneo.
Los extremeños se tocan,
lo digo con esta boca
que es ya más vuestra que mía.
De ahí que Le Pen y Fabius
parezcan dos monosabios
de la misma cofradía.
El eje Bonn y París
quiere jugar al parchís
con los servicios sociales.
Ayuna de planes B,
la gente de poca fe
jode a los neoliberales.
En Bruselas y en La Haya
ni dios tira la toalla
cuando fallan los comicios
y como nadie dimite,
por más que el no se repite,
Blair limpia los desperdicios.
Porque esa es otra, el inglés
sigue sin decir ni yes
con la procesión por dentro.
La izquierda sin ilusión,
la derecha cara al sol
y hecho unos zorros el centro.
Nosotros necesitamos
los fondos que les cobramos
y hoy nos toca apoquinar.
Hay dos entre veinticinco
que riman con te la jinco
por ganas de fastidiar.
El miedo al otro y al caco
y al fontanero polaco
se los pone de corbata.
¿Que cuál es la posición
del buen cobarde? Abstención
para no meter la pata.
Joaquín Sabina. Maastricht, junio de 2005
Publicado en Interviú
...
@Tras las huellas de Sabina
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