Concierto privado es el título del libro que ha publicado la editorial Visor Libros SL escrito por el catedrático de Literatura de la Universidad de Salamanca Emilio de Miguel, en el que la letra de 150 canciones del artista de Úbeda forman ese “concierto privado”.
El libro está escrito como si fuera un concierto en el que el humorista Quequé hace de telonero. Consta de 222 páginas escritas sin tecnicismos y ha sido publicado por Visor Libros. Dicen que Sabina se lo leyó en 24 horas y tras hacerlo dijo “Qué interesante es lo que ha escrito el cabrón ese de Salamanca”.
Es otra tradición, esa que desemboca en libros tan curiosos como el titulado Parlez- vous le Brassens? de Jean-Louis Garitte, un particular diccionario para ayudar a comprender mejor la obra del inolvidable cantautor francés que quiso ser enterrado a la orilla de la playa de Sete. Pues bien, el libro de Emilio de Miguel Martínez ahonda en esa idea y trata las canciones de Sabina con el valor poético que éstas contienen sin dejar de lado que son canciones y que tienen una gestación diferente a la del poema.
El autor justifica su análisis al principio (en Francia no tendría que hacerlo) y luego entra en materia, previo prólogo del televisivo Quequé que podía haber sobrado con una alusión poco afortunada a Amancio Prada cuya labor musical merece cierto respeto.
Al margen de esta consideración Concierto privado, que así se titula el libro editado por Visor, se plantea, como su título indica, como un concierto imaginario de Sabina en el que se interpretan veinticinco temas que serán analizados por el autor que arranca su aproximación con la muy notable De purísima y oro, feliz recreación de la posguerra que también forma parte de la antología musical del documental 19 días y 500 noches que recientemente ha proyectado Alcances y que ha dirigido el holandés Ramón Gieling.
El visionado de este documental y la lectura de este libro permiten un mejor acercamiento a la obra sabiniana, necesitada de estudios que aporten más luz sobre sus canciones después del decepcionante Perdonen la tristeza de Javier Menéndez Flores. Emilio de Miguel Martínez va por otra senda.
Conoce y ama la obra de Sabina pero es riguroso en su acercamiento y en sus apreciaciones. Su libro merece las mayores atenciones y por esa línea de trabajo deberían ir otros trabajos que estén destinados a explorar la riqueza de la canción de autor de nuestro país desde los años sesenta a nuestros días. Que así sea. @ Luis García Gil
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@Tras las huellas de Sabina
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