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Pancartas




Para todas las víctimas, con miedo y con vergüenza

Yo sigo compartiendo a Pilar Manjón,
yo sigo vomitando por las Azores,
yo no quise gritar en mi nombre no
por mucho que me duelan vuestros dolores.

El caso es que los próceres del Pepé
que tanto se erizaban con las pancartas
blandieron victimismo anti zETApé,
fletaron autobuses con gente jarta

de rojos, de masones, de libertinos,
de Carod, de Ibarretxe, de Maragall,
de agnósticos, de herejes, de jacobinos
que invocan la res púbica y federal.

Aleluya, el obispo también se arrima
(plantándose en la calle, con dos cojones)
a Jiménez Losantos, que se aproxima
cada vez más a Queipo con sus sermones.

Si quieres Peces Barba... mónjate el culo,
si quieres gallardones... más bien depende,
si arriba España quieres... móntate un zulo
contra la libertad, Fraga te comprende.

Comicios en galego, Pazos de Ulloa,
paquidermo versus Mouriño-Quintana,
caciques compravotos, falta una anchoa,
Castelao, miudiño, Prestige, mañana.

Y, si hablamos de arcángeles y demonios,
nombremos Abu Graib, Guantánamo, Esma,
yo estoy contra el divorcio y el matrimonio,
con don carnal y contra doña cuaresma.

Y contra el académico que apalanca
guerra incivil de archivos mal archivados,
la gente bien del barrio de Salamanca
descasa mariquitas recién casados.

Joaquín Sabina. Camino de Santiago, junio de 2005
Publicado en Interviú



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@ Tras las huellas de Sabina


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